Los estudios sobre el nuevo coronavirus aumentan. El
patógeno fue identificado por primera vez en Reino Unido en un paciente
trasladado desde Arabia en septiembre del año pasado, pero desde entonces se
han podido identificar al manos 12 casos de afectados (en Jordania, Arabia,
Catar, Pakistán y Reino Unido, según el Centro Europeo para el Control de
Enfermedades, ECDC), de los que la mitad ha fallecido. En tan poco tiempo ha
habido mucha investigación, y esta empieza a publicarse. Hoy, la revistamBio, de la Asociación Americana de
Microbiología, lo hace con uno que afirma que se trata de un patógeno (llamado
HCoV-EMC9) “bien adaptado a humanos”. Esto no es más que la confirmación en
laboratorio de los datos que se han recogido al observar a los pacientes: hay
al menos dos grupos familiares afectados, con seis miembros implicados, lo que
confirma que se transmite bien entre personas.
El artículo de mBio ha
comparado la actividad del nuevo coronavirus con otro de la misma familia, el
causante del SARS (Síndrome Respiratorio Agudo y Grave) que entre 2002 y 2003
causó 765 muertes y con el virus del constipado (otro coronavirus). Y han visto
que está igual de adaptado para infectar a humanos. Utilizando tejidos
bronquial, los investigadores, dirigidos por Volker Thiel, del hospital de
Saint Gallen, en Suiza, han comprobado que “se multiplica más rápidamente que
el causante del SARS”.
“Nuestro otro
hallazgo es que los virus (HCoV-EMC, SARS, y el del resfriado común) producen
una respuesta similar en el huésped: No provocan una enorme respuesta
inmunitaria”, ha dicho Thiel.También han apuntado a un posible primer tratamiento, con interferón.
De momento ninguna autoridad mundial (ni el ECDC ni la Organización Mundial de la Salud) ni nacional (la Agencia de Protección de la salud, HPA, británica, que es la que ha identificado el virus y trata a casos que le han remitido) ha decretado ningún tipo de alerta. Simplemente, se hace un seguimiento y recuento de los casos para ver si se extiende y si la propagación se acelera, con el recuerdo de la epidemia de SARS, que empezó en Hong Kong y llegó a Canadá. Las cifras no justificarían algo así. Pero estas pueden “ser solo la punta del iceberg, y si hay muchos más casos que no hemos detectado porque no son graves
Fte: El Pais